¡Ay, Cantabria! Tierra de anchoas y bonito; de corbatas, quesadas y sobaos; de vacas tudancas, cocidos lebaniegos y montañeses; y, sobre todo, tierra de rabas. Quien no se tome unas rabas de aperitivo aquí es que no ha estado en Cantabria, eso es así, y es que las de sitios como Taberna La Radio, Días Desur o La Tucho son imprescindibles. Son tiernas y crujientes y tienen una idiosincrasia propia que las aleja de los clásicos y archiconocidos calamares a la romana. Raba era el término por el que los pescadores cántabros del s. XVIII conocían las patas de pulpo curadas. Se consumían en grandes cantidades en las tabernas santanderinas, rebozadas y fritas, y ya por aquél entonces constituían una de las comidas más típicas de la ciudad. Tanto que el propio Alfonso XIII acudía al norte exclusivamente a probar este manjar. Poco a poco, el pulpo se encareció y fue entonces cuando se sustituyó por magano (calamar), cachón (sepia) y pota, siempre imitando la forma larga y estrecha que anteriormente había caracterizado a los tentáculos del pulpo. Esta es la curiosa razón histórica por la que las rabas se cortan en sentido longitudinal al tubo del calamar, y no en anillas. Una fritura limpia, crujiente y sabrosa es la clave para conseguir este plato que representa a los cántabros y que tanto han defendido a capa y espada; una receta sencilla en la que lo único que hace falta son buenos ingredientes. Cuantos menos ingredientes y tratamiento tiene un plato, mejores tienen que ser los productos para que salga perfecta: en este caso calamar, harina y aceite. Hay que aprovechar los últimos resquicios del verano para conseguir un buen calamar, limpiarlo y freírlo con harina de trigo -o de garbanzo, que queda también muy crujiente- en aceite de oliva suave. El truco del almendruco es sumergir los calamares ya troceados en leche o en agua con gas unas horas antes, así quedan más tiernos y además se untan mejor de la harina. Se fríe, se escurre bien y al plato, que la raba se tiene que comer caliente, recién sacada de la fritura, para poder disfrutarla crujiente por dentro y por fuera ya que de lo contrario, se quedan gomosas y blandas. Dificultad La de encontrar buenos ingredientes. Ingredientes Para 4 personas, como aperitivo 3 calamares medianos/grandes (unos 800 g)150 gr de harina de trigo50 gr harina de garbanzo300 ml de aceite de oliva suave500 ml de leche o agua con gasSal Preparación Limpiar bien el calamar: retirar la piel y las aletas. Sacar la pluma y abrir en forma de libro para retirar, con la ayuda de un paño húmedo, la telita del interior. Secar bien. Cortar a lo largo, del tamaño que más nos guste, y dejar reposar en la leche o en el agua, en la nevera, durante 2-4 horas. Escurrir bien y pasar por harina ayudándonos de un tamiz. Es importante para que no haya exceso de harina y se puedan formar grumos. Freír en abundante aceite caliente (a unos 190º) durante un minuto y medio aproximadamente, o hasta que estén bien dorados. Retirar con una espumadera y pasar por papel absorbente antes de servir. Terminar con la sal por encima y servir -o no- con un trozo de limón cerca. Si haces esta receta, comparte el resultado en tus redes sociales con la etiqueta #RecetasComidista. Y si te sale mal, quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com.
Con esta receta esto no os va a ocurrir nunca más ya que siempre os van a quedar unos calamaresmuy blandos por dentroymuycrujientes por fuera, toda una delicia
Hoy cocinamos Calamares a la Romana, una receta clásica y tradicional, en la que además te doy unos trucos para que los Calamaresqueden tiernos ymuy esponjosos
Hoyvoy a dedicar esta Receta deCalamares a la Romana Crujientes a Gerard. Estas cansado de preparar en casa Calamares que quedan con el rebozado blando
VIDEORECETA – CALAMARES A LA ROMANA CASEROS, CRUJIENTESY ESPONJOSOS (RECETA FÁCIL). Unos ricos calamares a la Romana caseros, de esos que disfrutamos en los bares y nos cuesta conseguir en casa
Ahora vamos con la preparación de nuestros crujientes, para ello, en una sartén con dos cucharadas soperas de aceite ponemos la manzana cortada a taquitos, hasta que veamos que haya empezado a blandearse, en ese momento añadimos la carne del rabo de toro que previamente habremos separado del hueso y cortado en pequeños trocitos con unas tijeras, debéisdejar el caldo de la salsa pues lo necesitaremos ahora para añadirlo también, ydejar que se reduzca
Ayer llegué tardedel trabajo y no tenía mucho tiempo y no preparara nada para la comida, me acordé de una vez que le vi a loli (dololava) utilizar las latas de conserva para hacer un arroz y se me ocurrió utilizar el trigo tierno porque se prepara antes que el arroz
La cocina tradicional española está cargada de recetas de estofados, y éstos también son la base degrandes platos de los mejores restaurantes del país, como ejemplo hoy tenemos los Raviolis crujientesde rabo con caldo de garbanzos de Eneko Atxa, chef del triestrellado Restaurante Azurmendi
Despuésde varias pruebas de rebozados con el pescadito frito, me decidí a probar ayer con los calamares la mezcla de harinas que vengo haciendo de un tiempo a esta parte
Por último, colocar un montoncito de gulas crujientes sobre el calamary. Colocar en una fuente la cebolla con el calamar encima y un poco más de ajimoji
Buenos días a tod@s, para hoy os dejo esta rica receta deRabasdeCalamar, es un plato muy apropiado para vuestras cenas o comidas rápidas y seguro que os encantarán, resultan exquisitas y podéis aprovechar para que los peques de la casa tomen pescado
La verdad es que no sabía qué hacer con las habitas que tenía y como en calzón están muy ricas, decidí darles un poco de sabor con calamary unas patatas fritas en daditos, así convertimos la receta en plato único
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